El término "diácono" viene de la palabra griega diakonos, que significa siervo. Los diáconos sirven en la iglesia y son servidores del pueblo de Dios. Los diáconos no son empleados remunerados; sirven como voluntarios en su vocación. Tienen un ministerio especial para el bien de los demás y para el bien común de todos los miembros del cuerpo. Las diaconisas o las asistentes de las diaconisas funcionan en casi todas las iglesias ortodoxas, pero no están plenamente integradas en la jerarquía eclesiástica. Los deberes del diácono están relacionados con el cuidado y la gestión de las cosas terrenales, como la propiedad, el dinero, los bienes comunitarios, las tierras agrícolas u otros recursos, y con las relaciones humanas dentro de la sociedad a nivel individual. El diácono ideal tiene un profundo amor por Dios, por el prójimo y por todo lo que es sencillo y bello. Tiene reverencia por todas las personas y está dispuesto a sacrificar su comodidad si es necesario para servir a los demás y desempeñar eficazmente sus funciones como administrador de las cosas terrenales.
- Es deber del diácono asistir al sacerdote en la celebración de la misa.
- El diácono tiene el deber de cuidar la propiedad y las instalaciones de la iglesia.
- El deber del diácono es ayudar al obispo a servir a Dios en su diócesis.
- Es deber del diácono servir como defensor de las mujeres y los niños.
- El deber del diácono es ser pastor y guía de los que están espiritualmente débiles o perdidos.
- Conclusión
Es deber del diácono asistir al sacerdote en la celebración de la misa.
El altar es el lugar donde la gente viene a recibir la gracia de Dios. El sacerdote, que está ante la congregación como su mediador, comunica la gracia de Dios a las personas presentes. El sacramento del altar es la fuente del poder y la santidad del sacerdote. Sin la gracia de Dios, el sacerdote no puede dar los sacramentos y realizar los numerosos rituales que son importantes para la vida de la Iglesia. El diácono asiste al sacerdote preparando el altar, disponiendo los utensilios del altar, sacrificando y distribuyendo la Sagrada Comunión.
El diácono tiene el deber de cuidar la propiedad y las instalaciones de la iglesia.
El edificio de la iglesia es el lugar donde la comunidad se reúne para adorar a Dios. Según sus naturalezas y capacidades, los miembros de la iglesia son una comunidad de aprendices, maestros y líderes que participan en el culto litúrgico y se sirven mutuamente de diversas maneras. Cada miembro de la iglesia tiene un papel particular. El diácono es el cuidador del edificio de la iglesia. Se asegura de que el edificio de la iglesia esté limpio y tenga la iluminación, la calefacción y la fontanería adecuadas. Se encarga de la seguridad del edificio, de mantenerlo en buen estado y de hacer las reparaciones necesarias. También coordina el trabajo de los que sirven o ministran en la iglesia.
El deber del diácono es ayudar al obispo a servir a Dios en su diócesis.
El obispo es la máxima autoridad de la Iglesia. El obispo es responsable del bienestar espiritual del pueblo y es su primer maestro. Gobierna la diócesis y dirige las actividades de los sacerdotes y diáconos que sirven bajo su mando. El diácono celebra los servicios divinos, administra los sacramentos y sirve al pueblo de la diócesis. También es un seguidor del obispo, que delega en el diácono la administración de su diócesis.
Es deber del diácono servir como defensor de las mujeres y los niños.
En la familia ideal, el marido y la mujer provienen de Dios y son un don el uno para el otro. Están llamados a ser fieles el uno al otro por el bien de sus hijos, que son regalos de Dios y un testimonio del amor de Dios en su unión. La Iglesia afirma que los hijos son una bendición de Dios y deben ser protegidos y alimentados. Los diáconos tienen la responsabilidad especial de defender los derechos de los niños. Pueden ser defensores de las leyes que protegen a los niños, como las que prohíben el abuso infantil o las que protegen el medio ambiente. Los diáconos también pueden ser defensores de los derechos de los padres a ser educados, a trabajar y a participar en la sociedad.
Mira Tambien:¿Qué dice la Biblia sobre el compromiso?El deber del diácono es ser pastor y guía de los que están espiritualmente débiles o perdidos.
La vida humana es una lucha entre el bien y el mal, entre la luz y la oscuridad. Cada persona tiene la posibilidad de elegir entre el camino del mal y el camino de Dios. El diácono es como un pastor que guía a las personas hacia el buen Pastor que es Jesucristo. El diácono es un guía que ayuda a las personas a caminar por el camino de Dios. La primera y principal responsabilidad del diácono es conducir a las personas a Cristo, atraerlas a la fuente de gracia y fuerza que es Dios. Ayuda a los que están espiritualmente débiles o perdidos guiándolos a la fuente de luz, Jesucristo. El diácono también puede ayudar a las personas que están solas abriéndoles su corazón e invitándolas a compartir la alegría de Cristo. Por último, el diácono puede ayudar a las personas que están solas invitándolas a compartir la alegría de Cristo.
Conclusión
El diácono es el tercer tipo de ministerio ordenado en la iglesia. Los diáconos son hombres y mujeres que están dispuestos a servir a Dios con toda su vida. Se les da el don de servicio, la capacidad de servir a los demás, y la actitud de servicio que viene del corazón. Aunque hay espacio para que las mujeres sirvan en la iglesia, los diáconos son los únicos hombres ordenados en la iglesia. El diaconado es una vocación santa y sagrada, que no todos los hombres pueden asumir. El diácono es un tipo especial de servidor de la iglesia, y sirve con humildad, paciencia y amor. Los diáconos son servidores de Dios y del pueblo, y son responsables del cuidado de las cosas terrenales. Los diáconos tienen muchos deberes en la iglesia, pero también son servidores de Dios y de la gente.
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