Cuando se trata de cómo nos comunicamos hoy en día, hay un consenso general de que los antiguos oráculos y escritos proféticos de la Biblia no estaban destinados únicamente a ser un registro histórico de los tratos de Dios en el pasado, sino más bien como una herramienta que utilizamos para entender, adorar y servir a Dios hoy. Es importante señalar que esto no es un intento de diluir la Palabra de Dios. Por el contrario, las Escrituras nos enseñan que los autores originales no tenían acceso a toda la información que estaría disponible en el futuro. Los autores originales escribieron bajo la inspiración del Espíritu Santo con ideas y conocimientos que no tenían a su disposición (por ejemplo, profecías sobre Cristo, detalles sobre ciertas culturas y tribus). Sin embargo, con el paso del tiempo estos oráculos y escritos se fueron transmitiendo de una generación a otra hasta que la gente dejó de prestarles atención como si fueran escrituras en sí mismas y no una colección de historias y poemas destinados a nuestra educación para que nos asemejemos más a Cristo. Por ello, debemos interpretar los textos antiguos con ojos modernos en lugar de confiar en todo lo que se dice sin cotejarlo con otras fuentes ni tener en cuenta lo que se puede saber ahora.
resumir el punto principal de una historia antes de resumir toda la historia
Hay muchos ejemplos en las Escrituras de cómo se resume el punto principal de una historia antes de resumir toda la historia. El libro de Daniel, por ejemplo, explica el punto principal de una historia en sólo una frase. El punto de la historia de Darío el Medo se resume en una sola frase porque este resumen no pretende ser un resumen de los acontecimientos de toda la historia. Es sólo para darnos una idea del contexto de los eventos que llevaron a la escritura de esta historia, mostrando cómo el rey de Babilonia tuvo un sueño que le fue interpretado como si fuera una visión real de un dios. Antes de resumir toda la historia, es importante resumir el punto principal de la historia para asegurarse de que el lector entenderá lo que está leyendo y por qué es importante leer toda la historia. De este modo, no tendrás que volver a resumir toda la historia, pero el lector no tendrá que releer el resumen.
Equilibrar la historia para que sea precisa e interesante
Toda historia tiene una parte precisa y otra interesante. Si sólo te centras en la precisión, la historia será árida y puede aburrir al lector. Si sólo te centras en el interés, la historia estará llena de detalles y acontecimientos emocionantes, pero no confirmados, que pueden ser inexactos y difíciles de creer. El objetivo, pues, es encontrar el equilibrio adecuado entre exactitud e interés. La manera de hacerlo es cotejando los detalles de la historia que estás resumiendo con otras fuentes (por ejemplo, otros libros, artículos, sitios web) y considerando el hecho de que lo que está escrito en la Biblia no es la única forma en que los eventos fueron o serán.
¿Cómo puedes saber qué historias son fiables?
Dado que la Biblia es una colección de historias y poemas, no debería sorprendernos que haya algunas partes exageradas, inventadas o incluso falsas. De hecho, hay muchas partes de la Biblia que los estudiosos e historiadores sostienen que son inexactas. Sin embargo, también hay partes de la Biblia que se consideran históricamente exactas. La clave para saber qué partes de la Biblia son históricamente exactas es cotejar los detalles de la historia que estás resumiendo con otras fuentes (por ejemplo, otros libros, artículos, sitios web) y tener en cuenta el hecho de que lo que está escrito en la Biblia no es la única forma en que los acontecimientos fueron o serán. #Resuma los acontecimientos clave en su resumen Aunque es importante resumir el punto principal de una historia antes de resumir toda la historia, es aún más importante resumir los acontecimientos clave de la historia. Luego, si quieres incluir más información sobre la historia, puedes incluir una introducción sobre el contexto de los acontecimientos, el escenario o los personajes que intervinieron. Puedes resumir los principales acontecimientos de la historia, como el nacimiento de un rey, una guerra o la pérdida de un ser querido. También puedes resumir los acontecimientos menos importantes, como la hora en la que se desarrolla la historia, el día en el que se desarrolla la historia, el lugar en el que se desarrolla la historia o el tiempo en el momento en el que se desarrolla la historia.
¿Y una anécdota o una cita?
Una historia puede resumirse mediante una anécdota o una cita. Por ejemplo, la historia de Ruth puede resumirse con la siguiente anécdota: "En la primavera del año, cuando la cebada crecía, su era estaba despejada y se recogía el grano. Y Rut la moabita regresó del país de Oriente y fue a ver a Noemí, y estuvo con ella como antes". Una anécdota es una historia corta que pretende ilustrar o ejemplificar un punto, un ejemplo o una idea. Son historias muy breves que pretenden ilustrar un punto muy concreto, no un resumen completo de la historia. Suelen ser muy interesantes, pero no pretenden ser un resumen de los acontecimientos de una historia.
Mira Tambien:¿De qué deberes son responsables los diáconos en la iglesia?¿Por qué es importante leer y comprender toda la historia?
Como humanos, no podemos saber todo lo que va a ocurrir en el futuro. Por lo tanto, es importante leer y comprender toda la historia, aunque no sea algo que vaya a ocurrir en el futuro. Los seres humanos son naturalmente propensos a mirar cualquier acontecimiento como si fuera el único que ocurrió en la historia. Sin embargo, como hemos visto, puede haber muchos acontecimientos que ocurrieron en el pasado de los que no sabemos nada. Leer y comprender la historia completa, pues, nos permitirá ver lo que ocurrió cuando no había libros, vídeos, fotos u otras fuentes que nos cuenten lo que pasó. Leer y comprender toda la historia también nos permitirá ver lo que Dios ha hecho en el pasado, lo que Dios está haciendo ahora y lo que Dios va a hacer en el futuro.
Conclusión
Hay muchas maneras de enfocar el estudio de la Biblia y diferentes métodos funcionan para algunas personas, mientras que otras lo encuentran difícil o aburrido. Leer toda la historia es importante porque nos permite ver lo que Dios ha hecho en el pasado, lo que Dios está haciendo ahora y lo que Dios va a hacer en el futuro. De este modo, no te pillará desprevenido más adelante cuando Dios haga algo que te sorprenda y que no habrías esperado si sólo hubieras leído un versículo aislado.
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