Durante la época de Jesús, existían dos grupos de personas que se distinguían por su manera de vivir: los fariseos y los publicanos.
Los fariseos eran un grupo de religiosos que se dedicaban a observar la ley judía al detalle. Se creían mejores que los demás y se comportaban de manera soberbia.
Los publicanos eran un grupo de personas que cobraban impuestos para el gobierno romano. Eran vistos como traidores por la mayoría de la población, ya que estaban colaborando con los invasores.
Jesús se refirió a estos dos grupos como "los dos hijos". El hijo pródigo es el fariseo, que se jacta de ser bueno y se aparta de Dios. El hijo menor es el publicano, que reconoce que es pecador y se arrepiente.
Jesús dijo que el Padre celestial se complace más en el arrepentimiento del publicano que en las oraciones y las obras buenas del fariseo. Esto es así porque el fariseo se cree mejor que los demás y no tiene necesidad de arrepentirse, mientras que el publicano sabe que es un pecador y se arrepiente de corazón.
¿Qué diferencia hay entre un publicano y un fariseo?
Ambos eran judíos, pero el publicano se dedicaba a recaudar impuestos para el Imperio romano, mientras que el fariseo era un miembro de una secta religiosa que se tomaba muy en serio las leyes de Dios.
Mira Tambien:Como Ser Verdaderos Pastores Del Pueblo De Dios. Explicación Y Significado BíblicoLos publicanos eran vistos como traidores por muchos judíos, ya que colaboraban con los invasores romanos. Los fariseos, en cambio, se consideraban los guardianes de la ley de Dios y solían criticar a los publicanos por su vida pecadora.
¿Qué enseñanza nos deja la parábola del fariseo y el cobrador de impuestos?
Cuando Jesús contó la parábola del fariseo y el cobrador de impuestos, estaba enseñando a sus discípulos acerca de la importancia de la humildad. Según esta parábola, el fariseo era un hombre orgulloso que se enorgullecía de sus buenas acciones. El cobrador de impuestos, por otro lado, era un hombre humilde que reconocía sus propios defectos. Jesús enseñó a sus discípulos que el fariseo no iba a ser salvado, mientras que el cobrador de impuestos iba a ser.
La enseñanza que nos deja esta parábola es que es importante ser humildes. Si somos orgullosos, no vamos a ser salvados, mientras que si somos humildes, vamos a ser salvados. La humildad es una de las virtudes más importantes, y es una de las cosas que Dios valora más.
¿Qué es un publicano en la Biblia?
Un publicano en la Biblia era un cobrador de impuestos, una persona que trabajaba para el gobierno. Los publicanos eran generalmente vistos como traidores, y muchos de ellos eran corruptos. Jesús frecuentemente habló sobre ellos, y a menudo los criticó.
¿Qué es un fariseo en la actualidad?
Un fariseo en la actualidad es una persona que se cree mejor que los demás y que actúa de acuerdo con sus propias reglas. Son personas que se dedican a juzgar a los demás y a criticar todo lo que hacen. Son muy hipócritas y no respetan a nadie.
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