- ¿Quién es Jesús? ¿Por qué es tan importante?
- Cristo nuestro abogado... Andar como el anduvo! (1° Juan 2) Pastor Roberto González.
- JESUCRISTO Nuestro Abogado por GRACIA somos SALVOS
- ¿Cómo podemos interpretar las palabras de Jesús, "he venido para cumplir la voluntad de Mi Padre"?
- ¿Qué nos enseña Jesús acerca de la oración y cómo podemos aplicar estos principios en nuestra vida?
- ¿Cómo se entiende que Jesús fue el abogado de Dios para los pecadores?
- ¿En qué sentido Jesús es un mediador entre Dios y los hombres?
- ¿Por qué Jesús fue considerado como el último Juez del mundo?
- ¿Cómo podemos entender los mandamientos de Jesús, tales como "Ama a tu prójimo como a ti mismo" y "No juzgues a los demás"?
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¿Quién es Jesús? ¿Por qué es tan importante?
El Señor Jesús de Nazaret es el Hijo de Dios hecho hombre. Él vino para traer salvación al mundo y darle a un ser humano la posibilidad de una comunión íntima con el Creador. Jesús es nuestro Gran Sumo Sacerdote, el Abogado de nuestro Padre Celestial que trabaja para reconciliarnos con Él a través de la muerte en la cruz. Él es nuestro Salvador que nos ofrece redención del pecado, perdonando nuestras transgresiones y limpiándonos de toda maldad.
Jesús es nuestro Señor, Redentor y eterno Abogado de Dios.
Jesús fue el primero y único en venir y morir por el pecado de los seres humanos; él murió en la cruz y su sacrificio en la cruz nos proporciona libertad. Es la única forma de reconciliarnos con el Creador, llegando a conocerlo y amarlo como padre y comenzar una relación con Él. Jesús no sólo murió por nuestros pecados, sino que por medio de su muerte nos permitió tener una comunión plena con el Creador y recibir una vida mejor.
El sacrificio de Jesús en la cruz es el único medio por el cual somos perdonados y tener acceso a la relación con nuestro Padre Celestial.
Por medio de Jesús, recibimos la gracia del Creador que nos abre el camino para reconciliarnos con Él. Los seres humanos no pueden hacer nada para traer el favor de Dios sobre ellos mismos. Jesús es nuestro único Abogado de Dios que intercede por los seres humanos ante el Creador, por lo que sin Su ayuda, no podemos recibir la gracia de Dios.
Además de ser nuestro Redentor, Jesús también es nuestro Sumo Sacerdote. Él presenta oraciones, peticiones y súplicas a Dios en nuestro nombre. Como Sumo Sacerdote, Él ejerce el ministerio de reconciliación entre Dios y los seres humanos para que Éste acepte los actos e intentos de aquellos que se arrepientan de sus pecados y busquen una relación con Él. Nuestro Sumo Sacerdote se interpone ante el Padre celestial y nos da la oportunidad de recibir la misericordia de Dios a través de Sus oraciones.
Jesús es nuestro abogado ante el Creador; es el único que intercede por nosotros ante el Altísimo. Él es nuestro mediador entre el Padre celestial y los seres humanos. Esto significa que Jesús es nuestro único Abogado de Dios que obra para nuestro bienestar. Por medio de su muerte en la cruz, Él nos proporciona el don de la reconciliación con el Creador y nos invita a una vida mejor y más completa.
Cristo nuestro abogado... Andar como el anduvo! (1° Juan 2) Pastor Roberto González.
JESUCRISTO Nuestro Abogado por GRACIA somos SALVOS
¿Cómo podemos interpretar las palabras de Jesús, "he venido para cumplir la voluntad de Mi Padre"?
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Mira Tambien:Habitando Al Abrigo Del Altisimo. Explicación, Significado BíblicoLas palabras de Jesús "he venido para cumplir la voluntad de Mi Padre" representan una profunda declaración de devoción hacia Dios el Padre, y de lealtad a Su propósito eterno. Estas palabras revelan una realidad importante: que hay un designio divino, y Jesús se sometió a él desde el principio de Su ministerio hasta el fin. Si queremos entender el significado profundo de estas palabras, necesitamos conocer el contexto del lugar donde fueron pronunciadas; es decir, la parte última del Sermón del Monte, en Mateo 5. En este momento, Jesús había terminado de enseñar tanto a las multitudes como a Sus discípulos, y estaba a punto de partir de Galilea y dirigirse hacia Jerusalén para cumplir la fundación de Su nueva Iglesia.
En estas palabras enfatizó la sujeción de la humanidad al amor compasivo y misericordioso de Dios, aunque esto significaba sufrir el martirio y subir al madero de la cruz para ser el Salvador de los pecados de la humanidad. Estas palabras de Jesús nos recuerdan que nuestra vida entera debe estar dedicada a la glorificación de Dios, a hacer Su voluntad y a darnos completamente a Él. A pesar de que estamos rodeados de tentaciones, debemos esforzarnos por cumplir todos los propósitos de Dios para nuestra vida, y perseguir siempre esa meta de completa devoción a Dios. Al mismo tiempo, Jesús nos anima a seguir Sus pasos, para ser "imitadores de Dios como hijos amados".
Si bien el Señor tomó la decisión libremente de cumplir la voluntad de Su Padre, también nos ofreció una muestra de amor eterno y de encarnación cuando vino a este mundo para padecer el sufrimiento humano sin cometer pecado alguno. No solo abrazó esto sin culpa alguna, sino que también nos dijo que debemos "servir al Señor con alegría" y renunciar a nuestros deseos y ambiciones egoístas para cumplir los planes divinos.
Finalmente, necesitamos recordar que Dios tiene un propósito para cada uno de nosotros. Y con la ayuda de Jesús, podemos descubrir y responder a la voluntad de Dios en nuestras vidas. Si oramos para pedirle su dirección, el Señor nos guiará a caminos más sagrados, nos mostrará lo que Él nos pide que hagamos, y nos proporcionará la fuerza y el coraje para seguir sus caminos. Pidamos entonces que nuestras vidas reflejen las palabras de Jesús "he venido para cumplir la voluntad de mi Padre".
¿Qué nos enseña Jesús acerca de la oración y cómo podemos aplicar estos principios en nuestra vida?
Nuestro Señor Jesucristo nos enseñó mucho sobre la oración, y en los Evangelios podemos encontrar algunas instrucciones muy útiles para guiar nuestras propias oraciones. Por ejemplo, Jesús nos anima a orar de manera sencilla y honesta: "Y cuando oren, no sean como los hipócritas, que aman orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles para mostrarse ante los hombres" (Mateo 6: 5). El Señor nos enseña que debemos orar con un corazón sincero y humilde, sin hacer gestos exagerados.
Además, Jesús nos recuerda que nuestra oración debe estar llena de gratitud: "Deben dar gracias al Padre cada vez que lleguen a su presencia" (Lucas 18: 11). Esto nos enseña acerca del carácter de Dios, quien quiere que lo adoremos con gratitud. También nos enfocamos en nuestra propia actitud al orar.
Mira Tambien:Donde Esta Tu Corazon . Explicación, Significado BíblicoEn la Biblia también encontramos el consejo de Jesús para que permanentemente le pedimos las necesidades: "Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá" (Mateo 7:7). Ya sea que estemos físicamente débiles y necesitemos curación, o estemos pasando por situaciones difíciles emocionalmente, Jesús nos anima a pedir ayuda a nuestro Padre Celestial. Él escucha y atiende nuestras peticiones.
Otro principio que nos enseña Jesús acerca de la oración es el de prestar atención a los demás. Él nos dice: "Ycuando oren, perdónen si tienen algo contra alguien, para que también su Padre celestial les perdone a ustedes sus pecados" (Marcos 11:25). Cuando reconocemos nuestros propios errores y los de los demás, nos acercamos a Dios.
Por último, Jesús nos enseña la importancia de la persistencia al orar. Él exhorta: "Pidan y no desmayen, porque todo aquel que pide recibe" (Lucas 11:9–10). La oración no siempre trae resultados inmediatos, pero Jesús nos recuerda que debemos seguir buscando el rostro de Dios y confiar en él.
Podemos aplicar estos principios a nuestra vida al incluir la oración en nuestra rutina diaria. Siempre que encontremos un momento de soledad, recordemos acerca de los mandamientos de Jesús acerca de cómo orar. Hay muchas maneras de conversar con nuestro Padre Celestial: algunos prefieren leer pasajes bíblicos y meditar en ellos; otros tienen su propia oración tradicional y la repiten de memoria. Sea cual sea la forma, es importante acercarnos a Dios con una actitud de reverencia y gratitud y permanecer en su presencia.
¿Cómo se entiende que Jesús fue el abogado de Dios para los pecadores?
En muchas ocasiones, la gente se pregunta cómo Jesús puede haber sido el abogado de Dios para los pecadores. Muchos creen que es imposible porque Dios es totalmente perfecto y no necesita un abogado para defender sus acciones. Sin embargo, hay muchas razones por las que Jesús ofreció su vida como abogado para los pecadores.
En primer lugar, hay que entender que el pecado nos separa de Dios y que nos hace indignos de su amor y salvación. Esto significa que somos pecadores por naturaleza y no podemos ser aceptados por Dios sin algún tipo de mediación. Esto fue de donde surgió la idea de que Jesús era el abogado de los pecadores. Como Hijo de Dios, tenía la autoridad y el poder para interceder por nosotros y pedir la remisión de nuestros pecados.
Mira Tambien:Dad Gracias En Todo. Explicación, Significado BíblicoAdemás, hay que recordar que Dios también le pidió a Jesús que se convirtiera en nuestro abogado cuando tomó sobre sí mismo nuestros pecados y padeció en la cruz. Aquí, él ofreció su propia vida como un sacrificio para salvar a la humanidad. Esto demuestra que Jesús no solo actuó como un abogado para los pecadores, sino que fue más allá para nosotros. Dio todo lo que tenía para salvarnos y asegurar nuestra entrada en el Reino de Dios.
Finalmente, es importante entender que el mensaje de Jesús a los pecadores no fue para recriminarlos, sino para ayudarles. En lugar de condenar y criticar a la gente por sus pecados, Jesús les mostró misericordia y compasión. Les dijo que sus pecados eran perdonados y les ofreció su amor incondicional. Esto muestra que Jesús no solo actúo como abogado de los pecadores, sino también como su maestro y amigo. Él quiso que supieran que siempre podían contar con su apoyo y que nunca estaban solos.
En conclusión, hay muchas razones por las que Jesús puede haber actuado como abogado de los pecadores. Entendió el problema de los pecadores y ofreció su vida como un sacrificio para salvarnos. También tuvo compasión y misericordia, y nos ofreció su amor para mostrarnos que estamos perdonados. Por último, nos mostró que Dios siempre estará dispuesto a perdonar y aceptarnos a todos, sin importar lo que hayamos hecho.
¿En qué sentido Jesús es un mediador entre Dios y los hombres?
Jesús es el mediador perfecto entre Dios y los seres humanos. A través de Él, nuestra alianza con Dios es restaurada y unida más cerca que nunca. Jesús fue el único que soportó el peso de la cruz de la muerte y fue victorioso sobre ella, liberando a la humanidad del pecado y abriendo su camino para su relación con el Padre en el cielo.
Para comprender mejor el papel de Jesús como mediador, hay que entender primero el contexto. En el Antiguo Testamento, las alianzas entre Dios y el pueblo fueron realizadas a través de mediadores. Estas alianzas ofrecían un marco legal para la relación entre Dios y los israelitas. Sin embargo, debido a la desobediencia de los hombres, estas alianzas se rompieron. Y esta ruptura amenazaba con destruir la relación entre Dios y el hombre.
Por lo tanto, Dios ofreció un nuevo pacto: El Pacto de la Nueva Alianza, ofrecido a todos los hombres. En esta abundante gracia, la redención de Cristo proporciona a la humanidad el acceso a la comunión con Dios. Jesús se convirtió en el mediador de este nuevo pacto, ofreciendo un camino para todos nosotros para reconciliarnos con Dios. Por medio de Jesús, conducimos relaciones personales y profundas con el Creador del universo.
En muchos pasajes de la Biblia, Jesús se describe como el mediador entre Dios y los hombres. La palabra griega utilizada en estos pasajes tiene el significado de "mediador" o "intercesor", lo que significa que Jesús actúa como una persona que intercede entre Dios y los hombres. Esto significa que Jesús vela por los intereses de la humanidad, ora por nosotros y nos ofrece la misericordia divina para reconciliarnos con el Padre. Jesús es el puente entre lo celestial y lo terrenal.
Además de su actuar como mediador, Jesús también nos ayuda a conocer a Dios mejor. A través de los Evangelios, vemos la amorosa compasión de Dios expresada a través de cada milagro. Estas historias revelan un Dios lleno de gracia, amor y perdón. Al mostrarle a la humanidad cómo es en realidad el Padre Celestial, Jesús nos abre la puerta para una amistad aun más cercana con Él.
En resumen, Jesús es el mediador perfecto entre Dios y los seres humanos. A través de Él, nuestra alianza con Dios es restaurada y unida más cerca que nunca. Él es el único que soportó el peso de la cruz de la muerte y fue victorioso sobre ella, abriéndonos el camino para volver a estar en relación con Él. Jesús se ofrece a sí mismo como un intercesor entre Dios y los hombres, rogando por nuestras necesidades y contando la historia de un Dios lleno de misericordia que nos perdona y nos ama.
¿Por qué Jesús fue considerado como el último Juez del mundo?
Muchas religiones en el mundo tienen la creencia de un último juez para juzgar al mundo al final de los tiempos. En las Escrituras, Jesús fue claramente presentado como el Juez final. El Evangelio según Mateo ofrece esta declaración: “Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras” (Mateo 16:27). De igual manera, Jesucristo dijo: "Mi Padre me hará justicia; porque todo el que ve al Hijo, y cree en él, tendrá vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero" (Juan 6:40).
En vista de todos estos pasajes bíblicos, es obvio para los cristianos que Jesús será el último Juez del mundo. Él regresará al final de los tiempos como el Príncipe de la Paz (Isaías 9:6-7) para juzgar al mundo. Esto significa que habrá un juicio en el que Dios juzgará a los viviente para evaluar si han elegido seguir a Dios y confiar en Jesús, o rechazarlo. Para aquellos que hayan elegido a Dios, recibirán una eterna recompensa; aquellos que lo hayan rechazando, serán condenados al infierno.
¿Por qué es importante esto? Para los cristianos, saber que existe un Juez final es un recordatorio de lo realmente es importante: nuestra relación con Dios. La Biblia nos dice que aunque hay consecuencias temporales para nuestras acciones mientras vivimos, el juicio final es la clave. Por lo tanto, resulta importante reflexionar sobre nuestro comportamiento.
No solamente del modo en el que nos conectamos con Dios, sino de la forma en que nos relacionamos con los demás. Cuando creemos que existe un último juez, nos damos cuenta de la responsabilidad que tenemos ante nosotros mismos, nuestros seres queridos y la humanidad en su conjunto. Esto nos ofrece la motivación que necesitamos para vivir una vida moralmente responsable y piadosa.
Adicionalmente, sabiendo que existe un juicio final, estamos motivados a compartir el Evangelio de Jesucristo con los demás para guiarlos al camino de la salvación. Esto también nos permite ver a Dios como alguien que trae una justicia perfecta, que a pesar de que el pecado intenta separarnos de Él, siempre existirá un momento de reconciliación y restauración.
¿Cómo podemos entender los mandamientos de Jesús, tales como "Ama a tu prójimo como a ti mismo" y "No juzgues a los demás"?
Los mandamientos de Jesús son un llamado al amor y a la compasión, una manera de vivir nuestras vidas como buenos seguidores de Cristo. Estos pensamientos tratan de darnos una forma de vida cristiana, más allá de las reglas y dogma que cada cultura ha establecido para sus creyentes. Algunos de estos mandamientos son "Ama a tu prójimo como a ti mismo" y "No juzgues a los demás".
Lo primero que debemos entender es que el amor a los demás es más importante que nuestro propio bienestar y nuestro deseo de ser una buena persona. Cuando decimos “ama a tu prójimo como a ti mismo”, estamos hablando de poner el bienestar de los demás por delante del nuestro, incluso sacrificando nuestra independencia en aras de ayudar a los demás. Debemos abrazar la idea de que somos parte de una sola humanidad y compartimos un destino común, no importa de dónde venimos o quiénes somos, debemos tratar a todos con respeto, damos y tomar lo que cada uno necesita para avanzar en la vida.
En cuanto a la segunda parte de los mandamientos de Jesús - “no juzgues a los demás” -, esto significa no caer en el juicio y condenación rápidas. Esto incluye aceptar el hecho de que todos somos únicos y estamos sujetos a la diversidad. Todos tenemos nuestros propios ideas, opiniones y perspectivas sobre la vida, y todas estas cosas nos hacen diferentes y especiales. Aunque no siempre estamos de acuerdo con los demás, debemos encontrar maneras de reconocer y aceptar esas diferencias sin tratar de imponer nuestras ideas sobre los demás.
Es importante también entender la diferencia entre juzgar y discernir. El juicio es el acto de dictar sentencia sobre los demás de manera crítica o condenatoria. Discernimiento, por otro lado, es la capacidad de discernir entre el bien y el mal y de elegir lo que es correcto para nosotros. Cuando se nos insta a no juzgar a los demás, estamos siendo llamados a usar nuestro discernimiento para tomar decisiones y acciones apropiadas sin tratar de imponer nuestros pensamientos y creencias sobre los demás. Al final, esto nos ayuda a vivir una vida plena como buenos cristianos.
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