Sermón: ¿Qué Excusa Utilizarás?

¡Hola a todos! Hoy quiero hablarles de un tema que todos despreciamos: las excusas. Siempre encontramos una forma de pasar el rato con algo más interesante o podemos encontrar una excusa para salir y evitar hacer algo desagradable, peligroso o simplemente aburrido. Cuando nuestra vida como cristianos se ve amenazada por la tentación, ¿cuál puede ser la mejor excusa para evitar la inmoralidad?

La mejor defensa, por supuesto, es una fuerte ofensiva. En lugar de usar excusas o pretextos, también podemos usar el poder de la Palabra de Dios para resistir el pecado y alejarnos de la tentación. La Palabra de Dios nos muestra cómo debemos vivir nuestras vidas para agradar a Dios. Romanos 12:1-2 nos dice: "Por tanto, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios; este es vuestro culto racional".

El culto racional es el tipo de vida que Dios quiere que vivamos. Esto significa que debemos pensar de manera correcta para tomar buenas decisiones y alejarnos de la tentación. Debemos nosotros mismos cultivar la reflexión y siempre estar atentos a las direcciones, advertencias y promesas de la Palabra de Dios. Si tomamos el tiempo para meditar en Su Palabra y guardar Sus mandamientos, entonces tendremos la sabiduría y la fortaleza que necesitamos para resistir la tentación.

Cuando somos tentados, tenemos dos opciones: echar la culpa a los demás o asumir la responsabilidad por nuestras acciones. Una de las mejores excusas que un cristiano puede ofrecer es que decimos que hemos sido llevados por el Espíritu Santo. Esto significa que hemos estado tratando de vivir nuestras vidas según lo que Dios nos ha ordenado. El Espíritu Santo nos ayuda a resistir el pecado y nos da la fuerza para hacer lo correcto.

Necesitamos saber cómo orar y qué hacer cuando somos tentados. Primero, debemos reconocer que no somos suficientemente fuertes para resistir solo. Nuestras debilidades son demasiado grandes para resistirlas por nuestros propios medios. Necesitamos reconocer que necesitamos la ayuda de Dios para soportar la tentación. En segundo lugar, debemos orar pidiendo al Señor que nos dé la sabiduría y la fortaleza que necesitamos para resistir. Y en tercer lugar, debemos buscar ayuda de otros cristianos para ayudarnos a resistir.

Así que, cuando te sientas tentado, no uses excusas triviales para evitar la situación. Aprovecha la oportunidad para mostrar tu fe y confianza en Dios. Agradece a Dios por Su bondad y pide Su ayuda para resistir la tentación. Trata de recordar las promesas de Dios y recuerda que él es tu Padre y tu Salvador. El Señor te ayudará si tienes fe en Él.

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Espero que les haya gustado el tema de hoy y que hayan recordado que el Señor es nuestro Salvador. Recuerden que siempre podemos pedir perdón cuando caemos, pero es mejor evitarlo. Procuren vivir de acuerdo con los principios de la Palabra de Dios y traten de resistir la tentación. ¡Dios los bendiga!

Índice de Contenido
  1. ¿Cuál es tu excusa?
  2. Israel Jimenez #306 DEJA LAS EXCUSAS
  3. ¿Cómo nos referimos a la idea de descuidar nuestras responsabilidades espirituales?
  4. ¿Qué desafíos emocionales enfrentamos al obviar nuestras responsabilidades cristianas?
  5. ¿Cómo el pecado puede enfriar o apagar nuestro ardor espiritual?
  6. ¿De qué forma la Biblia nos enseña a ser más responsables con nuestra fe?
  7. ¿Cuáles son los principios bíblicos fundamentales para mantener una relación íntima con Dios?
    1. Principios bíblicos fundamentales para mantener una relación íntima con Dios
  8. ¿Qué consejo práctico podemos ofrecer a aquellos que tratan de hacerse responsables de sus responsabilidades espirituales?
  9. ¿Te ha gustado el articulo?

¿Cuál es tu excusa?

Israel Jimenez #306 DEJA LAS EXCUSAS

¿Cómo nos referimos a la idea de descuidar nuestras responsabilidades espirituales?

Descuidar las responsabilidades espirituales es una acción que no debe ser tomada a la ligera, ya que es comparable a la dejadez frente a lo que es sagrado. Esto es en parte porque desde un punto de vista cristiano, el espíritu es una parte inseparable de nuestro cuerpo y muchas veces, estamos menospreciando la importancia de crecer y entender los conceptos que Dios nos enseña.

El descuido de las obligaciones espirituales se traduce en un grado de negligencia, en cuanto a los compromisos y demandas que Dios hace al pueblo cristiano. Si Dios nos pide orar y meditar su palabra, eludir el descuido de estas comisiones no es una opción. Esto se debe a que los cristianos cada vez tienen más necesidad de asumir responsabilidades en la iglesia, con la familia y con la comunidad. La falta de culto, la ausencia de programas religiosos, el descuido frente a la adoración e incluso la ausencia de prácticas devocionales, realmente son actividades
indispensables para desarrollar una espiritualidad saludable.

También, hay quienes optan por rechazar los mandamientos y enseñanzas bíblicas, que han sido establecidos para ayudar a los cristianos a vivir en santidad. Las consecuencias del descuido pueden ser notorias o incluso invisibles, pero en ambos casos, no reconocerlas significa un crecimiento limitado para la vida espiritual. Los creyentes deben entender que la manera más efectiva de elevar la espiritualidad y honrar a Dios depende de su fe y obediencia a la Palabra.

En conclusión, la desatención a nuestras responsabilidades cristianas conlleva una importante pérdida de recursos espirituales. La palabra de Dios es perfecta para orientarnos hacia una dirección correcta, siempre y cuando estemos dispuestos a acatarla.

¿Qué desafíos emocionales enfrentamos al obviar nuestras responsabilidades cristianas?

La responsabilidad cristiana es un concepto muy profundo que trata sobre los deberes, compromisos y deberes morales que deben asumir los cristianos. No se trata solamente del cumplimiento de todas las normas religiosas y estatutos, sino también de la promoción de valores positivos, el desarrollo de un sentido moral fuerte y el servicio al prójimo. Cuando intentamos obviar nuestras responsabilidades cristianas, nos enfrentamos a varios desafíos emocionales.

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En primer lugar, hay que recordar que el cristianismo no se refiere a una creencia basada puramente en teoría, sino a la practica de actuar de acuerdo a lo que se dice en la Biblia. Cuando empezamos a evadir nuestra responsabilidad cristiana, algunas veces nos cuesta entender los mandatos divinos. Esto puede salirse del camino recto si no hacemos un esfuerzo por entender los pasajes bíblicos que nos hablan acerca de la preservación de la moral y la ética. También debemos tener en cuenta lo que significa el amor, la compasión y el respeto, conceptos clave de la doctrina cristiana.

Otro desafío emocional al cual nos enfrentamos cuando optamos por ignorar nuestras responsabilidades cristianas es el sentimiento de culpa. Los cristianos saben que Dios nos pide que vivamos de acuerdo con Sus principios. Al evadir estas responsabilidades, generalmente nos llenamos de culpa por nuestra incapacidad para vivir como se espera de nosotros. Este sentimiento de culpa puede socavar la fe, y disminuir la motivación para continuar nuestro progreso espiritual.

Además, la falta de compromiso con nuestras responsabilidades cristianas puede afectar nuestra relación con Dios. Si olvidamos nuestras obligaciones, es posible que nos sintamos distantes de Él, incluso cuando nuestra fe sigue siendo fuerte. Esto nos puede sumir en sentimientos de tristeza, aislamiento e incertidumbre. La única manera de recuperar nuestra relación con Dios es volver a comprometernos a cumplir con nuestros deberes cristianos.

También, el olvidarnos de nuestras responsabilidades cristianas puede hacernos sentir que somos menos dignos. Si nuestra vida se encuentra lejos del camino recto, podemos pensar que merecemos un castigo divino. Aunque esto no es necesariamente cierto, esta creencia puede afectarnos emocionalmente. Los sentimientos de inferioridad pueden socavar nuestra autoestima, y provocar depresión y ansiedad.

Es importante reconocer que incluso si obviamos nuestras responsabilidades cristianas, nuestra identidad como un seguidor de Cristo aún permanece. Debemos tener en cuenta que aunque nos hemos equivocado, tenemos la oportunidad de volver al camino recto y restaurar nuestra relación con Dios. Para esto, necesitamos arrepentimiento, perseverancia y comunicación con Dios. Esto nos ayudará a fortalecer nuestra fe y darnos el valor de asumir nuevamente las responsabilidades cristianas.

¿Cómo el pecado puede enfriar o apagar nuestro ardor espiritual?

El pecado es una fuerza enemiga al ardor espiritual que todos los creyentes desean experimentar. Si bien el Espíritu de Dios nos motiva y anima, el pecado es capaz de minar nuesra relación con Dios, saturándonos de culpa, miedo y vergüenza. Si no nos arrepentimos de nuestros pecados podemos enfriar la relación con Dios, lo cual es una triste realidad para muchas personas hoy en día.

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En primer lugar, cuando no nos arrepentimos de nuestros pecados, estamos pecando en contra de Dios, cerrando nuestro corazón a Él. Si bien Dios es fiel para perdonarnos siempre, rehusar reconocer nuestra culpa será una barrera entre nosotros y el agradable encuentro con Él. Así, el pecado nos impide ver las cosas desde el punto de vista de Dios, lo que puede llevarnos a alejarnos de Él aún más.

En segundo lugar, el pecado también nos puede apartar de entrar en comunión con otros creyentes. La Biblia dice: "No adopteis la conducta del mundo; antes bien renovaos poco a poco en el espíritu de vuestra mente, y sed transformados" (Efesios 4: 23). Por lo tanto, en lugar de buscar alcanzar intimidad con otros hermanos en Cristo, el pecado nos induce a adoptar el comportamiento mundano. Esto significa que buscamos vivir como el mundo, según sus conveniencias.

Y finalmente, el pecado puede enfriar nuestro ardor espiritual al desalentarnos y abatirnos constantemente. A medida que vivimos en la transgresión, el enemigo condena nuestras acciones y nuestros sentimientos de fracaso nos hacen sentir tan mal que simplemente no queremos acercarnos a Dios. El pecado nos roba nuestra esperanza y la fe, impidiendo que tengamos una profunda comunión e intimidad con Dios.

Es por ello que debemos resistir al pecado vigorosamente, manteniéndonos firmes y no sucumbiendo a sus mentiras. El Espíritu Santo nos aviva, nos estimula y nos invita a una relación íntima con Dios, y a medida que obedecemos Su voz, el Señor restaura nuestro ardor espiritual. Debemos, pues, resistir agresivamente toda tentación al pecado, siendo fieles a los principios bíblicos que garantizan una relación genuina con Dios.

¿De qué forma la Biblia nos enseña a ser más responsables con nuestra fe?

La Biblia nos ofrece una sabiduría profunda y consuelo infinito, pero también nos enseña cómo ser más responsables con nuestra fe. Cuando estamos desanimados, el primer paso hacia la recuperación es buscar apoyo de la Palabra de Dios. La Biblia nos enseña muchas cosas, pero aquí destacaré 5 formas para ser más responsable con nuestra fe:

1. Busca el conocimiento. Al leer y estudiar la Biblia, obtienes un conocimiento profundo acerca de Dios. Es como un viaje sin fin al mundo divino; así que cada día descubres nuevas formas de ser más devoto de tu fe.

2. Obedece los mandamientos de Dios. El Señor nos ha dado un código de justicia para guiarnos por una vida santa. No es fácil seguir todos los mandamientos, pero es vital para mantener la integridad de nuestra fe.

3. Sea un discípulo. Los discípulos de Jesús aprendieron de Él y le sirvieron con devoción a lo largo de su ministerio. Debemos aprender del Espíritu Santo y convertirnos en discípulos para lograr un sólido fundamento de nuestra fe.

4. Comparte tu fe. Puedes sentirte abrumado por la idea de compartir la Buena Noticia con aquellos que no conocen a Cristo, pero recuerda que es algo fundamental para fortalecer tu fe. Comparte tu testimonio con otros y verás los frutos que puedes recoger.

5. Dedícate a la oración. La oración es el centro de nuestra relación con Dios. Deberíamos dedicar tiempo a ésta para mantener nuestra fe firme y estable. Nuestro Padre Celestial desea que nos acerquemos a Él a través de oración, así que aprovecha cada oportunidad que tengas para acercarte a Él.

La Biblia ofrece sabiduría y consejos para mejorar nuestra vida y profundizar nuestra fe. Si queremos serresponsables con nuestra fe, entonces debemos buscar conocimiento, obedecer los mandamientos de Dios, ser discípulos líderes, compartir la fe con otros y dedicarnos a la oración.

¿Cuáles son los principios bíblicos fundamentales para mantener una relación íntima con Dios?

Principios bíblicos fundamentales para mantener una relación íntima con Dios

La Biblia proporciona numerosos principios bíblicos que nos ayudarán a tener una relación íntima con Dios. Estos principios incluyen:

1. La oración y la adoración. La oración es un elemento importante para desarrollar nuestra relación con Dios. Al pasar tiempo en oración, nos permite conocer a Dios mejor. Cuando oramos, le pedimos a Dios que nos guíe, nos proteja y nos conceda sus bendiciones. La adoración es otro medio para acercarnos a Dios. Esto incluye cantar himnos, canciones de alabanza y leer pasajes de la Escritura.

2. La lectura de la Palabra de Dios. Otra forma de tener una relación íntima con Dios es leyendo la Palabra de Dios diariamente. Cuando leemos la Biblia, estamos escuchando directamente la voz de Dios. La lectura diaria de la Palabra de Dios nos inspira, nos da fuerza y nos enseña qué hacer para servir a Dios.

3. Servicio a los demás. El servicio es otra forma de crecer en nuestra relación con Dios. Esto incluye ayudar a aquellos en necesidad, alentar a otros a establecer una relación con Dios, enseñar el mensaje de Cristo a otros, y servir a la iglesia.

4. Obediencia a la Voluntad de Dios. La última forma de mantener una relación íntima con Dios es ser obedientes a la voluntad de Dios. Esto significa hacer lo que Dios nos pide que hagamos en la Escritura. Debe ser nuestra prioridad seguir las enseñanzas y los mandamientos de Dios.

Conocer y poner en práctica estos principios bíblicos es el camino para tener una relación íntima con Dios. El conocimiento de estos principios nos ayudará a tener una comunicación constante con Dios, a través de la oración, la adoración, la lectura de la Biblia, el servicio a los demás, y obediencia a la voluntad de Dios.

¿Qué consejo práctico podemos ofrecer a aquellos que tratan de hacerse responsables de sus responsabilidades espirituales?

Todos los cristianos deben ser responsables de sus responsabilidades espirituales. Esto significa que no solo debemos asistir a la iglesia regularmente, sino que también debemos tener una inmersión profunda en las Escrituras, orar con confianza y dedicar tiempo para reflejar sobre la Palabra de Dios. Esto puede parecer una tarea abrumadora, pero hay varias maneras prácticas que los cristianos pueden usar para lograr esta meta. A continuación se presentan algunos consejos útiles:

1. Establece un horario fijo: La responsabilidad es mucho más fácil si hay un horario establecido. Esto se aplica tanto para la lectura bíblica como para la oración. Tome el tiempo para sentarse en su lugar favorito, abra la Biblia y hable con Dios. Establezca un plan semanal para sus devociones personales, de modo que pueda cumplir sus responsabilidades espirituales sin distracciones.

2. Apoyarse en la comunidad: La clave para mantenerse motivado es rodearse de gente que comparta su misma visión. Si busca un entorno entusiasta y apasionado por Cristo, puede comenzar asistiendo a un grupo de estudio bíblico o a un culto de adoración enfocado en la Palabra. Al formar parte de una comunidad cristiana, podrá encontrar el estímulo y la dirección necesarios para perseverar en su búsqueda espiritual.

3. Aférrese a la Palabra: Para multiplicar los resultados de sus devociones personales, es importante tener una base sólida de conocimiento bíblico. Estudiar la Palabra de Dios nos ayuda a desarrollar una mejor comprensión de Dios y del propósito de Su voluntad en nuestras vidas. Pase tiempo leyendo y meditando sobre la Biblia. Esto le permitirá emprender un viaje que lo acercará cada vez más a la unión con el Señor.

4. Pruébese a sí mismo: Tan pronto como comience a comprometerse con sus responsabilidades espirituales, debe estar listo para rendirse ante la tentación. Las cosas que ofrece el mundo nos roban el tiempo y nos apartan de Dios. Por lo tanto, es importante deshacernos de las cosas que nos alejan de Él. Esto requiere consciencia de nosotros mismos y el control que ejercemos sobre nuestras propias acciones. Al cultivar una disciplina de humildad, podemos hacernos cargo de nuestras responsabilidades espirituales.

En definitiva, al tomarse el tiempo para centrarse en la Palabra de Dios, puede comenzar a mantenerse al día con sus responsabilidades espirituales. Planee con antelación sus devociones, persista en orar con confianza y deshágase de las cosas que lo mantienen alejado de la presencia de Dios. Si sigue estos pasos, obtendrá una recompensa duradera en su vida espiritual.

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Ahora que has leído mi sermón sobre ¿Qué Excusa Utilizarás? es el momento de que comiences a hacer algo al respecto. Porque la pregunta final no es realmente ¿qué excusa usarás? sino ¿cuál es tu próximo paso? Estoy seguro de que has entendido los principios bíblicos que he presentado, entonces, ¿qué harás con ellos? Si tienes preguntas o inquietudes sobre el tema, ¡no dudes en ponerte en contacto conmigo! Estoy aquí para servirte de mentor y ayudarte a tomar decisiones informadas bajo la guía del Espíritu Santo. ¡Comparte este contenido en las redes sociales para que otros también se beneficien, y déjanos un comentario para dar tu feedback!

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