Enemigos. Todos los seres humanos los tenemos, ya sean personales, profesionales o espirituales. Y aunque muchas veces tratamos de ignorarlos o de darnos la vuelta, en ocasiones nos vemos obligados a lidiar con ellos.
Afortunadamente, la Biblia nos ofrece dos salmos que nos ayudarán a destruir a nuestros enemigos.
El primer salmo es el 91, que nos dice:
"Quien habita al abrigo del Altísimo
se acoge a la sombra del Todopoderoso.
Dijo el Señor: Yo soy su refugio y su fortaleza,
el que le da libertad en todo momento.
Lo protegeré de todo mal,
lo rodearé de cuidado.
No temerá el terror nocturno
ni la flecha que vuela de día,
ni el pestilente que anda en la oscuridad,
ni la muerte que acecha a la mediodía.
A su derecha estará el ángel de protección,
y a su izquierda el ángel de guerra.
Porque el Señor es su amparo,
él los librará de todo mal.
Su fidelidad y amor lo rodearán,
y por medio de sus ángeles lo protegerán.
Él lo librará de todos sus enemigos,
y lo salvará de todas las calamidades.
Lo rodeará de paz,
y lo protegerá de toda enfermedad.
No le mandará ninguna mala cosa,
y su amor lo acompañará todos los días de su vida.
Habitará en la casa del Señor
por todas las generaciones."
Este salmo nos habla de la protección que Dios nos da contra nuestros enemigos. Nos dice que si nos abrigamos en Él, estaremos a salvo de todo mal. No tendremos que temer el terror nocturno, ni la flecha que vuela de día, ni el pestilente que anda en la oscuridad, ni la muerte que acecha a la mediodía. Dios nos protegerá de todos nuestros enemigos y nos rodeará de paz.
El segundo salmo es el 137, que nos dice:
"Por los ríos de Babilonia
nos sentábamos y llorábamos,
recordando a Sion.
En los sauces
colgábamos nuestras arpas,
porque allí nos obligaron a cantar
canciones de lamento
y a llorar a nuestros corazones.
Los babilonios nos obligaban a cantar,
diciendo: "Canten para nosotros
la canción de Sion."
¿Cómo cantaremos
la canción del Señor
en tierra extraña?
Si me olvido de ti, Jerusalén,
que se me caiga la lengua al suelo.
Si no pongo a Jerusalén
por la joya de mi corona,
me olvidaré de mi propia cabeza."
Este salmo nos habla del dolor que sentimos cuando estamos lejos de nuestra patria, y nos obligan a cantar canciones de lamento. Pero aunque estemos lejos de casa, no debemos olvidar nuestro compromiso con Dios. Si no ponemos a Jerusalén por la joya de nuestra corona, nos olvidaremos de nuestra propia cabeza.
¿Cuáles son los 7 salmos de protección?
Los Salmos nos ofrecen una forma de oración y de alabanza a Dios. En momentos de angustia, podemos recurrir a los Salmos para encontrar palabras de aliento y de esperanza. En esta lista encontrarás siete de los Salmos más conocidos y amados, que hablan de la protección de Dios.
1. Salmo 23: El Señor es mi pastor, nada me faltará.
2. Salmo 91: El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente.
3. Salmo 121: Levanto mis ojos a los montes, ¿de dónde vendrá mi ayuda?
4. Salmo 124: Cuán grande es el Señor, que nos ha hecho, y cuán excellente es su nombre en toda la tierra.
5. Salmo 140: Señor, escucha mi voz, ten misericordia de mí; Señor, presta oído a mis ruegos, no seas sordo a mi clamor.
6. Salmo 141: Escucha mi oración, Señor, inclina tu oído a mi clamor; guarda mi vida, y líbrame; no sea yo avergonzado, porque en ti confío.
7. Salmo 145: Oh Dios, te alabaré con todo mi corazón; contaré todas tus maravillas.
¿Cómo se llama el salmo de proteccion?
Salmos de Protección - ¿Cómo se llama el salmo de protección?
El Salmo 91 es uno de los salmos más conocidos de la Biblia y es conocido como el Salmo de Protección. Este salmo ha sido utilizado durante siglos por aquellos que buscan la protección de Dios y es una de las oraciones más poderosas que se pueden usar.
El Salmo 91 comienza diciendo: "El que habita al abrigo del Altísimo y mora a la sombra del Omnipotente, dice a Jehová: Mi refugio y mi fortaleza, mi Dios, en quien confiaré".
Este versículo es una declaración de fe en el poder de Dios para proteger y cuidar. Es una promesa de que Dios estará allí para aquellos que confían en Él.
El versículo 2 dice: "Porque él te librará del lazo del cazador y de la peste destructora".
Este versículo habla de la protección de Dios contra los enemigos y contra las enfermedades. Dios nos promete que nos librará de todo mal.
El versículo 3 dice: "Te cubrirá con sus plumas, y debajo de sus alas estarás seguro; su verdad te será escudo y broquel".
Este versículo nos habla de la protección que Dios nos da. Nos promete que estaremos a salvo bajo Su protección.
El versículo 4 dice: "No temerás el terror nocturno, ni la flecha que vuele de día".
Este versículo nos habla de la protección de Dios contra todo mal. Nos promete que no tendremos nada que temer.
El versículo 5 dice: "Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu derecha; pero a ti no llegará".
Este versículo nos habla de la protección de Dios contra los enemigos. Nos promete que no serán capaces de hacernos daño.
El versículo 6 dice: "Sólo con mirarlo, serás librado; porque él dice: Yo soy Jehová, tu Dios, que te esfuerza; también te ayudaré, y también te sostendré con la diestra de mi justicia".
Este versículo nos habla de la protección de Dios contra todo mal. Nos promete que Dios estará allí para ayudarnos y sostenernos.
El Salmo 91 es una de las oraciones más poderosas de la Biblia. Es una promesa de que Dios estará allí para protegernos y cuidarnos. Si buscas la protección de Dios, este es el salmo para leer.
¿Qué dice el salmo 35 de la Biblia?
El Salmo 35 es una de las muchas plegarias de David que pide ayuda a Dios. En este salmo, David pide a Dios que libere a sus enemigos y los castigue por sus malas acciones. David confía en Dios y sabe que Dios es justo, y que eventualmente triunfará sobre sus enemigos. Este salmo es una gran fuente de inspiración para aquellos que están pasando por tiempos difíciles, ya que nos recuerda que Dios está de nuestro lado y que su ayuda está siempre disponible.
¿Qué es lo que dice el Salmo 91?
El Salmo 91 es uno de los salmos más conocidos de la Biblia. A menudo se llama el "Salmo de la protección", ya que habla de Dios como nuestro protector. El salmo comienza con una declaración de confianza en Dios: "El que habita al abrigo del Altísimo, morará a la sombra del Omnipotente" (v. 1). Esto nos dice que Dios es nuestro refugio y nuestra fortaleza, y que podemos estar seguros de que nos protegerá.
El salmo continúa hablando de la protección que Dios nos ofrece. Dice que Dios nos protegerá de todo mal, y que nos rodeará con su amor. También nos dice que Dios es nuestra roca y nuestra fortaleza, y que podemos confiar en él en todo momento.
El Salmo 91 es una gran fuente de comfort para aquellos que están pasando por tiempos difíciles. Nos recuerda que Dios está con nosotros, y que nos protegerá siempre. Si estás buscando una palabra de aliento, este es el salmo perfecto para leer.
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