Muchas personas se preguntan si Dios responde a sus oraciones y cómo lo hace. No siempre recibimos las bendiciones de Dios cuando las pedimos, y puede parecer que no nos escucha. Esto es una parte normal del ser humano. Cuando le pedimos a Dios cualquier cosa, le estamos pidiendo que nos use como un canal para su voluntad y plan para nuestras vidas. A veces la respuesta a nuestra oración es "no" porque es lo mejor para nosotros, no porque Él no quiera responder o no se preocupe por nuestras necesidades. A veces la respuesta es "sí", pero de una manera que no reconocemos en ese momento. Otras veces, la respuesta llega con una bendición inesperada en un momento posterior de la vida, cuando menos lo esperamos, o incluso después de nuestra muerte. Esto puede ser muy frustrante, especialmente si sientes que tus oraciones quedan sin respuesta con frecuencia o que tú mismo no recibes ningún beneficio por rezar con la suficiente frecuencia. ¿Hay algo que puedas hacer para que Dios responda a tus oraciones de forma más constante? Aquí tienes algunas ideas:
Rezar con un propósito
Una forma de atraer la atención de Dios es comunicarle claramente tus necesidades. Hay muchas formas diferentes de hacerlo, dependiendo de tus creencias y prácticas espirituales. Algunas personas utilizan las Sagradas Escrituras, un Rosario o un Cuaderno de Oración para comunicarse con Dios. Algunas personas visualizan su petición y hablan con Dios en voz alta, escribiendo sus pensamientos en un papel o en un diario. Otros utilizan cuentas de oración o un rosario como ayuda visual. Sea cual sea la forma que elijas para comunicarte con Dios, la clave es ser claro y específico en lo que pides. También es importante recordar que el nombre de una persona tiene un gran poder y puede ayudar a influir en el resultado de una situación. Por ejemplo, digamos que estás tratando de llamar la atención de tu obispo. Puedes decir: "Rezo a mi obispo y quiero que me ayude con mi familia. Necesito que encuentre un buen trabajo para mi marido".
Centrarse en Jesús
Jesús es el verdadero y vivo canal de las bendiciones de Dios. Cuando oramos a alguien que no sea Jesús, estamos pidiendo a Dios que haga algo más allá de lo que ya ha prometido hacer. En otras palabras, le pedimos a Dios que haga algo que aún no ha prometido hacer. Esto no es una reflexión sobre Dios o su amor por nosotros, sino simplemente una cuestión de la forma en que funciona nuestra mente finita. Es bueno recordar este hecho cuando se reza con poca o ninguna respuesta. Cuando rezas a Jesús, no estás pidiendo para ti mismo o tratando de cambiar el resultado; más bien, estás pidiendo el don de la bendición.
Pide ayuda
A veces no tenemos la respuesta completa a nuestra oración porque no tenemos claro lo que pedimos o por qué lo necesitamos. La oración nos ayuda a ver las cosas desde la perspectiva de Dios y a tener claras nuestras necesidades, pero también podemos necesitar el consejo de otros si no podemos resolverlo por nosotros mismos. Hay muchos caminos diferentes que la gente elige seguir en la vida y muchas maneras diferentes de ayudarse en la sociedad. Acércate a las personas en las que confías y pídeles ayuda. También hay muchas organizaciones de servicios que pueden ayudarte a conseguir la ayuda que necesitas de muchas maneras diferentes.
Sé persistente y perseverante
Aunque no siempre lo parezca, Dios quiere responder a tus oraciones. Simplemente está trabajando en otro nivel y de otra manera. Si realmente quieres que algo suceda, debes esperar con perseverancia y paciencia. Puede haber muchas veces en las que sientas que has intentado todo y no has recibido respuesta, pero puede ser simplemente porque no eres lo suficientemente persistente. La persistencia es, en realidad, una forma de paciencia y de comprensión de que las cosas no siempre van a ocurrir cuando tú quieres que ocurran. También puede ser útil recordar que Dios tiene muchas cosas en las que trabajar en el mundo, al igual que nosotros, por lo que no siempre podrá responder a tus oraciones de inmediato. Muchas personas rezan durante largos períodos de tiempo, pero no siempre se dan cuenta de que están perdiendo el tiempo al rezar las mismas cosas una y otra vez. Sin embargo, si eres persistente y perseveras, eventualmente llegarás a un punto en el que se te dará una respuesta, aunque no sea la que esperabas.
Conclusión
El silencio interior y la quietud son importantes para muchas personas cuando intentan escuchar la pequeña y tranquila voz de Dios. Puede ser de gran ayuda alejarse de la tecnología y dedicarse a alguna forma de silencio, ya sea pasando un tiempo alejado de la tecnología, yendo a un retiro, o simplemente apagando el teléfono durante unas horas. El silencio puede darte el espacio para escuchar la voz de Dios con mayor claridad. Hay muchas formas diferentes de ponerse en sintonía con lo divino a través de la oración y la meditación, y éstas pueden ser útiles cuando sientes que tu vida está constantemente llena de ruido y exigencias. Si alguna vez sientes que tu vida está desequilibrada, puede ser útil preguntarte si eres lo suficientemente constante con tu oración y meditación. Puede que haya algo que estés haciendo o dejando de hacer que te impida recibir respuestas a tus oraciones. Hay muchas maneras de experimentar la presencia de Dios, y no requieren gran esfuerzo ni tiempo. Simplemente pídele a Dios que te muestre una mejor manera de conectarte con Él, y Él lo hará.
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